ecoturismo ecoexperiencias

ECOTURISMO Y DESTINO. COMERCIALIZACIÓN DE ECOEXPERIENCIAS CON TARJETAS MULTIPRODUCTO


Desde 1980 hemos visto como nacía y se desarrollaba un concepto nuevo de hacer y disfrutar el turismo, basado en el respeto, la conciencia ambiental y la sostenibilidad. Se trata del “ecoturismo”, una gran marca que establece un plus de calidad, además de situar el producto en un nivel superior por el que cada vez más turistas están dispuestos a pagar.

Más allá del turismo de masas, un destino puede y debe apostar por introducir y potenciar aquellas actividades que contribuyan a crear un turismo cada vez más ecológico y, por tanto, que permita conservar y desarrollar la riqueza natural y cultural, minimizando el impacto negativo que normalmente lleva asociado y creando, además, un producto de mayor calidad basado en el respeto, la conservación y mejora del entorno donde se desarrolla.

Ya desde 2014 empezamos en Piloña a trabajar en esta línea, en lo que hoy se ha convertido en uno de los proyectos privados más ambiciosos en comercialización turística, “PLANAE”. Más allá de intentar cambiar el modelo turístico, empezamos a construir alternativas sostenibles que permitieran al viajero conocer mejor nuestra tierra e interactuar de una forma más responsable con el medio natural y cultural que les rodea.

“Tras la huella de los asturcones”, “el avistamiento de aves”, “la ruta del queso y la sidra”,  o “los 13 del Sidrón”, son ejemplos de actividades perfectamente sostenibles que contribuyen a potenciar y conservar ese turismo que es capaz de crear una gran riqueza, pero sin poner en peligro el entorno natural y cultural donde se desarrollan.

Ya sabíamos que no era una tarea sencilla. La pregunta era muy simple: ¿como introducir nuevas experiencias en un destino repleto de otras muchas actividades ya consolidadas?. Corríamos el riesgo que algunas ni siquiera llegaran a tener una mínima oportunidad.

Y tuvimos una idea, imaginemos una tarjeta de destino que incluya, por ejemplo, 6 actividades a un precio muy atractivo. Podríamos combinar tres ecoexperiencias con otras más comerciales ya consolidadas, por ejemplo, “descenso del sella”, el “museo de la sidra”, o “la ruta del Cares”.

tarjeta ecoexperiencias

El beneficio es muy importante, ya que conseguiremos:

  • Que las ecoexperiencias puedan llegar a ser viables en un menor tiempo.
  • Vender más actividades al turista, lo que proporciona mayores ingresos para el territorio.
  • Aumentar la estancia media del turista, ya que necesita más tiempo para disfrutar de más actividades.
  • Contribuir a crear un destino sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Este es un producto del que mucho se ha hablado, pero que hasta la fecha nunca se ha desarrollado en un medio natural en nuestro país, y es que la dificultad técnica es muy importante, ya que debemos contar con:

  • Una gran capacidad tecnológica, que permita resolver todos los problemas logísticos.
  • Motores de reservas de última generación, que posibiliten la compra múltiple con sistema automático de canje.
  • Y, por supuesto, la profesionalización y dotación tecnológica de todos los actores implicados.

Todo ello nos ha llevado a cambiar el proyecto inicial, por uno más complejo y elaborado donde, comenzamos por:

  • La profesionalización de los principales proveedores de actividades, a los que proporcionamos motores de gran convertibilidad, asesoramiento, formación y soporte continuo.
  • La creación de una gran red de venta cooperativa basado en la venta cruzada de producto complementario entre distintos proveedores, que permita la redistribución de los márgenes entre los empresarios del territorio.
  • La puesta en marcha de una gran red de puntos de venta que de visibilidad y proporcione reservas directas a todos las empresas.

Este proyecto ya está en marcha y con fantásticos resultados. Estamos listos para dar el siguiente paso, lo que proporcionará una mayor viabilidad y rapidez de distribución a esos productos que van a contribuir notablemente a convertir la actividad turística en sostenible y, por supuesto, ecológica.